Ufff que calor… y para protegerme de las altas temperaturas y del sol recurro a mi sombrero por salud y también por estética. Me siento bien con un sombrero, me siento segura. Los de paja son mis preferidos porqué permiten la transpiración y además, los de ala, proporcionan sombra. Y añadiré más puntos positivos: pesan poco y suelen ser económicos. El otro día leí que la cabeza es uno de los órganos de nuestro cuerpo que más energía consume en comparación con su tamaño y que es donde se concentran la mayor cantidad de células nerviosas. Por eso en la testa sentimos más el calor y el frió. Así que ya sabéis, el sombrero es un buen aliado para prevenir los efectos negativos de los rayos solares. ¡A cubrir nuestras cabezas!